Romeo Santos reventó Madrid con un concierto memorable
Y es que mientras nos aproximábamos al WiZink Center el pasado día 19 para asistir al concierto de Romeo Santos notamos que algo allí no era normal.
Las calles estaban abarrotadas de gente, la calzada llena de coches con un considerable embotellamiento en los alrededores del recinto, los aparcamientos públicos cercanos estaban llenos y es que algo se cocía dentro. Algo con muy buena pinta y más tarde nos dimos cuenta que estábamos en lo cierto.
Pasadas las 21h, un poco más tarde de lo habitual pues faltaba gente por entrar aún, hacía acto de presencia Romeo en el escenario para dar comienzo a su concierto perteneciente a la gira Golden Tour.
Las primeras canciones nos trajeron de vuelta su álbum debut en solitario, Formula Vol. 1 con Por un segundo, eres mía y la diabla.
Quédate conmigo y su veneno, seguían con el público metido en el bolsillo de Romeo. Y si es algo ha dejado claro Romeo tanto en sus años formando parte de Aventura como en solitario es que sabe cómo dar un concierto, y que sus espectáculos sean de fama mundial y con esa fama muy bien ganada.
Poco después eran varias canciones de su nuevo disco Golden las que sonaban en el recinto madrileño: Imitadora y Bella y sensual, los últimos éxitos que están sonando en las radio-fórmulas de todo el país.
Marido y amante, otras dos nuevas hacían acto de presencia tras un clásico discurso del neoyorquino donde mete a los chicos en ambiente.
The last, el último disco que sacaron Aventura llegaba con la tormenta y tu jueguito.
La clásica batalla de lados hacía acto de presencia, un clásico en los conciertos de Romeo, aunque esta vez se saldó sin un ganador claro.
Mi corazoncito hacía que todos los presentes hicieran el clásico gesto mientras sonaba la canción y hasta se animaba a coger la guitarra para que sonara yo quisiera amarla.
El concierto transcurría con todo el mundo de pie cantando cada canción, Romeo pasando lista a todos los países presentes y con un ambiente festivo y de disfrutar como pocas veces se ha visto en el recinto. La conexión que consigue el artista con el público es digna de estudio porque con el paso de los años no decrece sino que aumenta.
Soberbio o el malo eran las siguiente antes de que una propuesta indecente llegara a Madrid.
Con solo por un beso una chica pudo disfrutar de su momento de gloria. Y no solo por estar en el escenario sino por poder bailar una bachata bien pegadita con Romeo y por ese beso casto que acabó en forma de piquito en los labios de la afortunada.
Tras noche de sexo llegó una de las sorpresas de la noche. Romeo salía del escenario y de repente aparecía justo en el otro lado del recinto, sobre un pequeño escenario y permitiendo a los que estaban cerca de él que le dijeses qué canciones «poco habituales» en los conciertos querían que cantases y así fue con alguna estrofa a capela de aquellas canciones que le pedían. Un gesto muy bonito con aquellos que no pudieron estar en primera fila.
Y tocaba llegar al turno de clasicazos de Aventura de seguido. Enséñame a olvidar, mi hermanita y todavía me amas enloquecían a los romeístas congregados y a los que no, pero que descubrieron la bachata de la mano de obsesión.
Parece mentira pero sigue sonando igual de bien que hace 16 años cuando la publicaron.
Un concierto que no defraudó a nadie y que dejo sin un solo hueco vacío en el recinto madrileño. Algo MUY difícil de ver.
Fotos: Archivo Wambu.es