Medina Azahara y Loquillo visten de rock las fiestas de Sanse

Eran las 22:00 en el Anfiteatro de San Sebastián de los Reyes cuando se apagaron las luces y tras unos impases de espera… se llenó el aire con el sonido de Necesito Respirar. Una muy buena forma de empezar el concierto ya que todo el público, que no era excesivo, se animó desde el primer momento a pesar de que fuera sólo un fragmento de la canción. Todos los presentes pensaron lo mismo, ¿la cantaran entera no?

A pesar de que al grupo les pareciera muy pronto para empezar, el concierto comenzó en hora. El sonido era magnífico y la voz del cantante no decepcionó absoluto.

Iniciaron el concierto tocando Palabras de libertad, a continuación Hay un lugar, Tierra de libertad, OUA, dónde animaron al público a cantar haciéndoles cantar por grupos.

Durante la canción Juegos a media luz nos sorprendieron con una bailarina de danza del vientre, Claudia Verelo, que recorrió con su baile todo el escenario interactuando con los componentes del grupo. Añadió color y algo diferente al concierto. Fue una lástima no verla en alguna otra canción más.

La siguiente canción fue una muy emotiva Córdoba, la canción que el grupo le ha dedicado a su tierra de origen. A continuación hicieron su peculiar homenaje al grupo Triana cantando algunas de las versiones que han hecho de las canciones de este grupo icono de rock andaluz, El lago y Abre la puerta.

El público empezó a animarse al escuchar alguna de las canciones más animadas y conocidas del grupo, Velocidad, El padre Santo de Roma (versionando una canción de Camarón) y Necesito respirar dónde el concierto llego a su momento álgido y dónde todos los asistentes respiraron aliviados al oír una de las canciones más esperadas completa.

Con Necesito respirar el concierto terminó y los componentes del grupo se iban del escenario cuando el público al unisono al grito de “Eh, Medina, así no se termina” hizo que el grupo retomara el concierto tocando Paseando por la Mezquita, Todo llega a su fin, que todo el público coreo y por último desearon a Toda esa gente fuera feliz esa noche y soñara.

Tras ellos y esperando el momento de los fuegos artificiales, los allí presentes aprovecharon para hacer una parada técnica con los aseos y posteriormente recuperar el líquido sudado durante el concierto acercándose a las barras de bar desplegadas dentro del recinto a pedir alguna que otra copichuela o cerveza.

A las 23:40h se empezaban a oír y ver los primeros fuegos artificiales que iluminaron la noche sansera hasta prácticamente la media noche. Mientras, sobre el escenario, el personal técnico se afanaba en dejar todo listo para la siguiente actuación.

Pasadas las 00:10h aparecían sobre el escenario los músicos y con los primeros compases de Rock & roll actitud salía a escena Loquillo.

Línea clara y El hijo de nadie serían las siguientes es sonar. Para ese momento, todo el público ya estaba entregado a la actuación del artista barcelonés.

Memoria de jóvenes airados dio el toque nostálgico a su actuación siendo cantada por jóvenes y no tan jóvenes que en Sanse se concentraron. Se pudieron ver desde niños ataviados con camisetas de El Loco, hasta algún que otro seguidor coetáneo al cantante. Una diversidad unida a base de rock & roll en castellano.

Más tarde serían los clásicos Tatuados y El rompeolas los que poco a poco iban completando todo el repertorio que al final nos traería alguna que otra sorpresa.

Carne para Linda volvía a subir el ritmo y la gente no paraba de saltar y corear todas las letras.

Y llegarían dos de las canciones esperadas. Con los primeros acordes de Feo, fuerte y formal la gente rugía enloquecida, cosa que no paró con El ritmo del garaje viendo que toda la gente tiene su banda de rock & roll español y no son otros que Loquillo y los suyos.

Un pequeño parón, daba comienzo la parte de encores que Contento y El mundo necesita hombre objeto.

Otro de los clásicos aparecería en escena y no era otro que Qué hace una chica como tú en un sitio como éste y sobre todo Quiero un camión, una canción que el propio Loquillo había dicho en alguna que otra entrevista que ya no sentía que tuviera edad para cantarla. Grata sorpresa.

Después y tras indicar que la siguiente canción había sido compuesta allá por el año 79, cuando algunos de los presentes ni había nacido, con Carlos Segarra de Rebeldes, Esto no es hawai era recuperada como nueva sorpresa para los allí presente.

Otra de las sorpresas llegaría con un pequeño discurso, a pesar de que el propio cantante reconocía que nunca los hace en los conciertos pues lo considera no adecuado. Nombra a todos los miembros de la banda y su origen y en uno de esos detalles que tan han marcado su carrera indicando que en su banda la diversidad suma y no resta. Una frase llamada a dejar clara su postura respecto a tendencias independentistas que le alejaron de su tierra.

Además, agradecía con un sentido abrazo a un miembro de Gabinete Caligari como le acogió a su llegada hace ya varias décadas a Madrid.

Después los míticos Rock & roll star y Cadillac Solitario pondrían punto a final a dos buenos conciertos aunque debido a la media entrada que presentaba el anfiteatro de San Sebastián de los Reyes algo apagado para lo que podrían haber sido.