CALDERÓN ATEMPORAL

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Mona Martínez y Diana Palazón en escena

Alfonso Boza | 12 septiembre 2013

Aún sorprende hoy en día descubrir como los grandes genios siempre permanecen. Sus obras, su genialidad, tan universal, que pueden pasar siglos y conmovernos, divertirnos, entusiamarnos a ciudadanos del s. XXI. Tal es el caso de La Dama Duende, una de las obras notorias de Don Pedro Calderón de la Barca.

Durante esta semana, y hasta el domingo 16 se está representando en el Teatro Español de Madrid. Un teatro que ayer miércoles estaba sin butacas libres. Y es comprensible. La Dama Duende es una obra divertida, genial, escrita en verso en la primera mitad del s. XVII sí, pero tan fluida, dinámica y sencilla, que se sigue fácilmente. La obra nos muestra desde el primer minuto como la socarronería, la picardía y el miedo a lo desconocido, que podemos experimentar en el día a día, ya lo sufrían (o lo disfrutaban!) en aquella época.

Pero al margen de la vigencia de la obra, o de la psicología de los personajes, que Calderón dibuja como nadie, La Dama Duende no pierde ritmo. Espadas, personajes muy dinámicos, y también momentos espectaculares, como la profunda y bellísima declaración de Don Juan a Doña Beatriz, o la de los protagonistas, Don Manuel y Doña Ángela. También, al margen de los diálogos, monólogos muy cómicos e ingeniosos como los protagonizados por el criado Cosme.

Si como decimos la obra en si ya es genial, una escenografía muy cuidada y un elenco actoral buenísimo completan el círculo. Los personajes están muy bien definidos, y la comicidad de su interpretación da un muy buen soporte a la trama de los protagonistas. La vis cómica de Mona Martínez en el papel de Isabel levanta más de una carcajada entre el público, y la personalidad, expresividad y comicidad de Marcial Álvarez en el papel de Don Luis hace que nos riamos con (o «de») el pobre hermano bapuleado. Los protagonistas, Diana Palazón y Chema León, reflejan fielmente los dos roles antepuestos: la sabiduría e ingenio de la mujer, y la fachada de orgullo y bravuconería del en el fondo enamorado galán.

Totalmente recomendable. Ries y enterneces a partes iguales en una obra genial con una puesta en escena a la altura. Hasta el 16 de septiembre teneis una oportunidad de disfrutar de una joya en el Teatro Español.

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