Bohemian Rhapsody volvió a Madrid con God save the Queen
Con algo menos de gente que en su concierto del año pasado y tras la actuación de los teloneros que amenizaron la espera, al compás de Tie your mother down hacían acto de presencia God Save The Queen en el WiZink Center de Madrid.
Con gorra de cuero y camiseta de tirantes, Pablo Padín comienza un concierto donde I want it all y Another one bites the dust.
Una tras otra, todas la canciones clásicas de Queen iba sonando ante el placer y los coros del público allí presente.
De las más destacadas por la puesta en escena minimalista y sobría, Somebody to love. Con Pablo al piano y un ambiente cálido y sosegado, cada cuerda del piano que era percutida por una tecla resonaba como si el mismísimo Freddie Mercury estuviera allí tocando.
El Solo de guitarra de «Brian May» hacía acto de presencia previo a One Vision y A kind of magic.
Otro de los momentos íntimos del concierto vendría con Love of my life donde todo el recinto callado escuchaba atento para no romper la magia del momento.
Tras esos momento tranquilos llegarían los platos fuertes. I want to break free con el clásico luz de ama de hogar con peluca y pechos grandes bajo un jersey rosa, Radio Gaga con todo el público haciendo el ritmo con palmas y Crazy little thing called love al ritmo de guitarra acústica.
Todo, como preámbulo de ver a Pablo sentarse en el piano, que las luces se apagasen y se quedase un foco sobre él. Apenas unas notas de piano sonaron y todos supimos que Bohemian Rhapsody comenzaba.
Ese inicio lento con un colofón final donde la gente no paraba de saltar y corear a grito limpio lo parte final de la misma.
Tras ello Ezequiel Tibaldo (John Deacon) en un perfecto castellano, bueno «argentino» nos presentaba a Peter Freestone, asistente personal de Freddie durante años y éste contaba alguna cosilla acerca del grupo que allí actuaba y cómo les había visto mejorar con el paso de los años y que seguiría siguiéndoles allá donde fueran.
Con Don’t stop me now, y los HISTÓRICOS DEL ROCK: We will rock you y We are the champions el concierto terminaba.
Bueno, o eso parecía pues el encender las luces del pabellón así lo indicaba, pero viendo como la gente en primera fila aún se quedaba en su lugar y cómo pedían «¡Otra!, ¡otra!» algo se podía intuir.
Y con alguno cruzando la puerta de salida, salían de nuevo a escena los 4 miembros del grupo, para deleitarnos con una última canción. Una versión bastante más dura y heavy de lo habitual de We will rock you.
Tras ésta, ya sí el concierto finalizaba y los asistentes salían satisfechos del espectáculo ofrecido por la banda y que habían vivido.
Se echó en falta alguna que otra canción como Friends will be friends aunque pudimos ver otras «nuevas» como You Take My Breath Away.
Sin embargo, nada ensombreció una buena noche de rock.